Una línea de crédito revolvente es un financiamiento de corto plazo para acelerar la cobranza de facturas –también conocidas como cuentas por cobrar–, permitiendo a las PyMEs obtener efectivo de manera inmediata. La ventaja de contar con este tipo de crédito radica en que las condiciones se encuentran previamente pactadas (monto, tasa y plazo). 

Es similar a un factoraje en donde una cuenta por cobrar (factura) es descontada por un intermediario financiero. Al recibir y validar la factura, el intermediario financiero adelanta el pago de un porcentaje del valor total de la venta. Esto ayuda a la empresa que utiliza el factoraje a contar con recursos para hacer frente a sus necesidades y compromisos de forma inmediata, así como a reducir el tiempo en recibir el pago de sus clientes.

A diferencia del factoraje, al contar con una línea de crédito revolvente se disminuye el tiempo para la realización de disposiciones, además se disminuye el costo ya que en la línea revolvente solamente se cobran los intereses de los días utilizados y no el plazo total.

El objetivo de la línea de crédito revolvente es acelerar el pago de las ventas a crédito mediante las facturas u órdenes de compra.

Este tipo de crédito está diseñado para PyMEs que se encuentran en etapa de crecimiento y requieren efectivo.

Es importante tomar en cuenta que para considerar un crédito de corto plazo debe ser forzosamente menor a un año. Cualquier crédito mayor a 12 meses se debe clasificar como a mediano o largo plazo.

Diferencia entre un crédito y una línea de crédito

En un crédito o préstamo tradicional se obtiene el monto total en la primera y única disposición. En cambio, en la línea de crédito se puede hacer múltiples disposiciones dependiendo de las necesidades de la empresa.

En una línea de crédito revolvente se puede utilizar parcial o totalmente según las necesidades, esto es que se puede disponer de un monto determinado, pagarlo y disponer de él nuevamente durante la vigencia de la línea.

En el mercado se pueden encontrar ofertas de líneas de crédito revolvente con plazos que van de los 12 a los 24 meses, en donde el cliente puede realizar múltiples disposiciones de acuerdo con las necesidades de flujo. Los montos de las líneas de crédito van emparejadas al volumen de ventas (cuentas por cobrar) de cada empresa.

La forma de uso y operación de la línea de crédito dependerá de la cartera de ventas a crédito con la que cuente la PyME, regularmente el plazo máximo es la disposición de 120 días, en donde se tendrá que liquidar el monto más los intereses correspondientes.

¿Para qué sirve contar con una línea de crédito revolvente al amparo de cuentas por cobrar?

  • Contar con flujo para tu operación
  • Afrontar imprevistos
  • Crecer tu negocio
  • Conseguir mejores precios al pagar de contado a tus proveedores
  • Financiar a un mayor número de ventas a crédito

En la situación actual que viven las empresas, es muy importante mirar las alternativas de financiamiento para superar los retos. 

En Fortrade, apoyamos empresas con ganas de crecer con soluciones crediticias hechas a la medida de sus necesidades y nos diferenciamos por ser uno de los más veloces en el mercado. Solicita más información aquí.

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  • Podría requerir garantías adicionales, se evalúa caso por caso.
  • Garantía hipotecaria o prendaria.
  • * Asume disposición total de la línea al inicio del contrato, los montos pueden variar de acuerdo a las cantidades dispuestas y el momento durante la vida del crédito en que se haya dispuesto de la línea.